El objetivo de Serincar 92, del Grupo Panero, es recuperar clientes e ir aumentando empleados según se incremente la actividad del macelo

El lunes 15 de enero será una fecha memorable para el Grupo Panero, que ponía en marcha el Matadero Central de Asturias en una nueva etapa que echa a rodar con diez de los antiguos trabajadores, como fue su compromiso, y con grandes expectativas de ir aumentando empleados a lo largo del año según se incremente la actividad del macelo. El día 12 y como acto oficial de reinauguración, se celebró una jornada de puertas abiertas para que todo el mundo tuviese la oportunidad de ver la puesta a punto de las instalaciones del que fuera el referente de los mataderos asturianos y que aspira a recuperar la misma posición en el ranking.

Durante la jornada cientos de personas pasaron por el macelo noreñense, la mayoría de ellos relacionados con el sector ganadero y cárnico en la región. En representación del Gobierno del Principado asistieron al acto Belarmina Díaz, directora general de Minería y Energía junto a Ibo Álvarez, director general de Agroganadería. También estuvo presente la directora de la Agencia de Sanidad Ambiental y Consumo, Rosa Urdiales. Los anfitriones, Luis Alberto Sánchez Panero, y sus hijas Cristina y Marta, mostraron su satisfacción tras un tiempo que se “alargó más de los deseado” para recuperar la actividad. El Grupo Panero ya había trasladado su parte logística a Noreña hace un año, y vivieron un arduo periodo en el que tuvieron que adaptar las instalaciones a las nuevas exigencias administrativas y sanitarias para cumplir todos los requisitos de apertura de forma rigurosa. Hay que recordar que el Matadero Central de Asturias llevaba cerrado algo más de tres años.

La actividad del macelo se retoma con calma, con unos primeros meses en los que se verificará el perfecto funcionamiento de toda la cadena de trabajo y con la recuperación de clientes. Entre las novedades y dada la gran demanda del mercado, se sacrificará también con el rito musulmán halal y en un futuro se podrían aplicar las normas judías kosher, dadas las importantes posibilidades de apertura a un mercado que se incrementa en la actualidad.

Cristina Sánchez, gerente de Logística del grupo, dedicó un especial recuerdo a Joaco Díaz, anterior propietario de las instalaciones cuando hace 15 años les cediera un muelle y una cámara, casualmente también en enero reabren el matadero con la ilusión de que “dentro de otros 15 años sigamos aquí”. Marta Sánchez, gerente de Serincar 92, empresa del Grupo Panero que gestionará el macelo, confía en que “sea el comienzo de muchos años de trabajo y que el Matadero Central de Asturias sea un referente en la región”. El presidente del Grupo Panero, Luis Alberto Sánchez Panero, envió un mensaje de confianza a los ganaderos con respecto a los precios, haciendo hincapié en que con su fidelidad obtendrán una serie de ventajas que ofrecerá el matadero.

Hay que recordar que el Grupo Panero se hizo con las instalaciones del Matadero Central de Asturias por 1,3 millones de euros en junio de 2016. El primer paso fue el traslado de su parte logística a Noreña, adecuar las instalaciones a las nuevas normativas para su apertura y finalmente su reciente puesta en marcha. Quizá sea pronto para marcar objetivos, pero sería alcanzar los 40 empleados si la cifra de sacrificio mensual alcanzase los 800 animales de vacuno.