Miguel Ángel López García, cazador veterano del coto Geos de Illano, se estrena esta temporada como presidente de la Sociedad de Cazadores con el mismo nombre. “Llevaba 4 años como vicepresidente. En la junta directiva seguimos siendo los mismos”, por lo que el cargo no le pilla inexperto. Su antecesor, David Méndez López, tuvo que abandonar la presidencia por falta de compatibilidad con su trabajo, pero su “entrega al coto sigue siendo la misma”. Todos montean a favor de su bienestar y su correcta gestión cinegética. De hecho, el colectivo, formado por 105 socios ordenados en las cuadrillas de la Montaña, Estela y Sarzol, que se dedican principalmente a la caza mayor, destaca por la implicación de los asociados en la gestión interna de la entidad. Distribuidas en ocho lotes, disfrutan de 10.228 hectáreas. “Nuestro objetivo principal es la densidad de perdiz con unos sembrados de trigo para que intente recuperarse y criar mejor”, adelanta, López.

-¿Qué se caza en Illano?

-En caza menor, tenemos muy buena perdiz, y liebre. También existe palomo, y 2017 fue muy buen año de arcea: entró mucha y se cazó bastante. En mayor, lo más significativo es el jabalí, con 115 abatidos la pasada temporada, y el corzo, que el cupo es pequeño, para intentar aumentar la densidad de población.

-¿Cuánto cuesta cazar en el concejo?

-Estamos pagando una cuota muy baja: 200 euros. Este año vamos a tener que subir la asignación porque al descender un número de socios hay menos de remanente. Incluso, si los daños nos siguen afectando, que es una parte que tenemos complicada, y son elevados, tendremos que hacer alguna derrama para poder hacerles frente. Pero bueno, vamos a seguir intentando arreglarnos.

-¿Cuál es el mayor problema al que tienen que hacer frente?

-Los daños por jabalí. Hay muchos y se van a las fincas de maíz o patatas y tenemos que hacer frente a esos cuantiosos destrozos. Es reseñable que tenemos mucha colaboración del pueblo, que es de agradecer, que nos reclaman poco y vamos ayudándonos los unos a los otros. Este año la Administración nos permitió colaborar con los perros para ahuyentar y cambiar de zona los animales. Si nos avisaban de que había un jabalí en una finca, íbamos y lo movíamos.

-¿Les afecta el lobo?

-El lobo, al no ser una especie cinegética a nosotros no nos afecta. Sí sabemos que ocasiona daños al corzo. Notamos que cazamos poco y le cuesta aumentar la densidad de población.

-¿Venden cacerías?

-No, no solemos vender cacerías. No tenemos costumbre. Yo empecé este año a gestionar el coto y continuaremos por esa línea. Pero sí vendemos rececho en temporada.

-¿Hay relevo generacional?

-No. Van bajando los socios, todos los años cesa alguno. Es un municipio muy pequeño, tiene menos de 300 habitantes. Hay muy poca juventud y los pueblos se están quedando vacíos. Los que cazamos en Illano somos de los concejos de alrededor, del occidente de Asturias e incluso del centro, de Oviedo y Gijón. Los mayores se van jubilando y los jóvenes se van en busca de trabajo. Cada vez vamos a menos: yo conocí el coto con más de 200 socios.

-¿Cómo ve el futuro?

-Lo veo regular por la emigración de los pueblos. Además, la caza es un deporte de nivel alto, hay que pagar por todo; por permisos, licencias, seguros. La juventud cuando empieza a cazar le supone un coste, y unos exámenes para obtener la licencia y el permiso de armas. Cuesta mucho empezar. A veces nosotros a nuestros propios hijos o familiares les ayudamos e intentamos que se incorporen, pero hay muy pocos.

-¿Qué necesita el coto?

-Que se facilitara la iniciación en la caza para captar a la juventud. Aprovecho para dar las gracias al señor alcalde y miembros de la corporación, que no dudan en colaborar, bien con las infraestructuras que nos prestan o con su presencia cuando es requerida para algún campeonato o actividad, así como a los vecinos en general.