La Sociedad Parraguesa de Caza dispone de 23.000 hectáreas entre los terrenos cinegéticos de los concejos de Parres y Cangas de Onís que se gestionan de forma conjunta. Su territorio limita con la Reserva del Sueve y los cotos de Ribadesella, Piloña, Amieva además del Parque Nacional de los Picos de Europa. Sus 300 socios cazan en 10 cuadrillas y el próximo 25 de marzo se reunirán para celebrar la Asamblea General donde se presentan las cuentas del ejercicio anterior y el presupuesto del próximo año. Como novedad, este será el primer año que la Sociedad Parraguesa de Caza organice directamente a primeros de mayo un Concurso de Perros de Rastro sobre Jabalí salvaje. El concurso es abierto a todo el mundo y se espera que acudan participantes también de Galicia y Cantabria.

 

-¿Cómo se organiza una sociedad conjunta?

-Los cotos tanto el de Parres como el de Cangas de Onís están divididos en lotes. Se caza todas las semanas y los lotes se sortean en el mes de febrero para que los cazadores ya sean conocedores de las zonas y fechas de la próxima temporada que comienza en septiembre. Además de los socios de los dos concejos, contamos con socios de fuera, en mayor medida en caza menor.

-¿Qué se caza tienen?

-Aquí lo que más abunda es el jabalí, y además tenemos venado, gamo y corzo. En caza menor encontramos la clásica arcea y en octubre hacemos suelta de faisanes y perdiz.

-¿Venden cacerías?

-Sí, las que sobran las vendemos. En de febrero son todas de venta, hay diez cacerías a la semana, y en caza mayor cazamos sábados y domingos.

-Económicamente ¿cómo funciona la Sociedad?

-Acabamos el año con lo justo, porque no queremos incrementar la cuota de los socios. Pero esto cada año va a menos, no hay gente joven, mucha gente mayor que lo va dejando, no hay relevo generacional. Aquí se pagan 650 euros y se disfruta de 20 cacerías al año de caza menor. Hay gente que va a cazar a Extremadura y un día de caza le cuesta 300 euros, o sin ir más lejos en Oseja de Sajambre cuesta 200 euros ir un día a cazar. Nosotros vendemos recechos de jabalí y corzo, gracias a estas ventas vamos subsistiendo. Estamos obligados a tener cuatro guardas, dos por coto, y supone mucho dinero al año.

-¿Tienen muchos gastos en daños?

-Sí, cada vez más, porque la gente de los pueblos no se conciencia de que tiene que colaborar un poco. Nosotros les facilitamos pastores eléctricos para que cierren las fincas y los maizales, que es donde más daños se producen, y no se preocupan. Al final gastamos el dinero dos veces, en darles el material y en pagar los daños.

-¿Hay problema con el lobo?

-No hay mayor problema. Hay lobos porque el otro día en una cacería vimos tres, pero no nos afecta mucho.

-¿Cómo ve el futuro de la caza en la zona?

-Como no haya relevo generacional, lo veo muy negro. Los gastos cada año son los mismos e incluso superiores y cada vez se reduce más el número de socios. Antes venía mucha gente de fuera a cazar y ahora hay caza en todos los concejos de Asturias, se quedan a cazar en su localidad. El 80% de los cazadores tienen más 50 años, se jubilan y van dejando de cazar. En un futuro, de seguir así, lo veo abocado a los cotos caigan en manos de personas con mucho dinero y que lo administren, como eran antiguamente los cotos y reservas de Asturias. Esperemos que haya solución.