En el pueblo de Marentes, a escasos metros de la frontera con Galicia, encontramos la Ganadería Molina con 24 hectáreas de terreno, ecológica y que cuenta con 13 vacas Asturiana de los Valles. Aniceto Vega Poso dio el paso a cambiar su ganadería a ecológico hace cinco años animado por un amigo del Valledor, le gustó la idea y se decidió. Aunque sus animales suelen estar en el pasto, la ganadería tiene dos naves una para vacas y otra donde los terneros están sueltos. Pertenecen a Ternera Asturiana y los terneros son vendidos para recría y los de recebo a Cárnicas Hicor de Gijón.

-¿Es difícil la adaptación a ecológico?

-Hay que cumplir unos requisitos. Lógicamente no se pueden utilizar herbicidas, ni abonar con nitrógeno,  y los terneros no pueden estar más de tres meses en el establo, hay que utilizar piensos ecológicos… Los piensos son un poco más caros que los habituales, nosotros los consumimos de Campoastur.

-¿Compensa el precio?

-En ecológico la carne se paga un poco más, se nos paga hasta a 6 euros el kilo en canal. Pero como comenté antes el pienso es más caro, y también hay que tener en cuenta que el porte de llevar los terneros a Gijón es elevado y encarece, ya que al ser la única ganadería de la zona en ecológico, el camión solo puede llevar tus terneros exclusivamente. Sí contamos con subvención. El año pasado vendí 10 terneros, pero los problemas que te pueden surgir son los mismos que en una ganadería convencional, por ejemplo tenía una ‘xata’ de cinco meses que murió,  y un ternero con siete meses lo tuve que sacrificar a un precio bajo porque tenía problemas de cólicos. Son riesgos que siempre corres, al igual que en los partos, alguno siempre falla.

-¿Recría?

-Sí, recientemente vendí un toro bueno, porque ya tiene hijas y nietas y lo cambié por uno que compré de 14 meses.

-¿Cómo ve el futuro?

-Cada vez en la zona quedan menos ganaderías, los jóvenes no lo ven una salida y los mayores las mantienen hasta que se jubilan.

-¿Tienen viña?

-Sí, tenemos una familiar con 2.000 plantas. Viene dando 3.000 kilos de uva, en su mayoría mencía, blanco del país o blanco verdín, un poco de verdejo, algo de moscatel… Siempre me gustaron más las viñas que las vacas. Tenemos una bodega de toda la vida, con una prensa de viga muy antigua que ya no se usa. Aquí nos juntamos familia y amigos para la vendimia.