Entre sus cometidos cabe destacar la colaboración con las autoridades y organismos correspondientes para planificar y ejecutar una política eficaz en la materia; fomentar conductas de respeto a la naturaleza; comprobar el estado de conservación de los recursos hidráulicos, geológicos y forestales para impedir cualquier tipo de contaminación, agresión o aprovechamiento abusivo; colaborar en la prevención de incendios forestales; proteger el medioambiente atmosférico vigilando su grado de contaminación y nivel de radiactividad; realizar las acciones tendentes a favorecer el normal desarrollo de la flora y fauna y particularmente de las especies protegidas; contribuir al correcto aprovechamiento de los recursos forestales, cinegéticos y piscícolas; facilitar el adecuado disfrute del espacio natural impidiendo actividades que puedan degradarlo y crear bases de datos relativas al Servicio.

Principado de Asturias

Asturias cuenta con dos comandancias de SEPRONA, Oviedo y Gijón. El Teniente Iván González Vega está al mando de la comandancia ovetense y dispone de siete patrullas territoriales compuestas por un Cabo y entre tres y cinco guardias en Pola de Lena, Grado, Cangas del Narcea, Luarca y Vegadeo.

Las patrullas territoriales desarrollan la labor preventiva de vigilancia, de protección de la naturaleza, e investigación. Su trabajo se desarrolla en dos facetas, las patrullas velan por el cumplimiento de la normativa medioambiental y tramitan denuncias y la sección en Oviedo investiga delitos. Hablamos de una policía administrativa y judicial.

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Dentro de la faceta administrativa existen diferentes áreas de trabajo, desde la calidad de las aguas, la protección de los ecosistemas, bosques y espacios naturales protegidos, “que en Asturias es una prioridad ya que tenemos desde monumentos a parques naturales a reservas de la Biosfera” afirma el Teniente, “toda la costa es zona especial de interés comunitario por directiva Habitats o de protección de las aves. Velamos por la protección de ecosistemas, la calidad de las aguas, el urbanismo en las costas, controlamos que no haya agresión al medio ambiente…”

En el ámbito Rural el SEPRONA  se encarga con respecto al sector ganadero a controlar la sanidad animal, desde la producción en la explotación ganadera hasta su derivación al mercado, la trazabilidad de la carne y la sanidad animal. “Para ello contamos con el contacto periódico con el colectivo de veterinarios del Principado, con la Consejería de Agroganadería, y no sólo con su red de veterinarios, sino también con la Consejería de Sanidad del Principado” comenta. En el sector agrícola el SEPRONA realiza inspecciones en explotaciones agrícolas industriales profesionales, control de la utilización de fitosanitarios o gestión de  residuos entre otras muchas funciones. En caza y pesca controlan pesca tanto fluvial de río, como de mar, pesca marítima. “En investigación, en coordinación con el Fiscal de Medio Ambiente trabajamos en delitos medioambientales, de flora y la fauna, vertidos y contaminación, incendios forestales y el furtivismo de especies protegidas como es el oso”, concluye.

La sección de Oviedo de SEPRONA está compuesto por 30 personas desplegadas en siete patrullas. El parque móvil está adaptado a las condiciones de trabajo y cuenta con todoterrenos y motocicletas. Para labor de investigación la sección dispone de equipos de trabajo técnicos, maletines con útiles específicos para recoger muestras de agua y vertidos, o para la investigación de incendios forestales. También se encargan de realizar sonometrías por la contaminación acústica. Cuentan con el servicio Marítimo de la Guardia Civil para vigilar el litoral así como el Aéreo para la vigilancia de incendios.

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Este tipo de investigaciones del sistema de la Policía Judicial de la Guardia Civil consiste en recogida de muestras, elaboración de informes para la autoridad judicial y búsqueda de responsabilidades.

Organización

Las patrullas realizan una labor de inspección administrativa y la sección desarrolla la labor de investigación. “Contamos con un programa de actividades mensual, cada mes centramos nuestros esfuerzos en unas áreas de trabajo concretas. Determinados meses orientamos nuestra labor a la vigilancia de la costa porque es proclive al furtivismo de percebes, otras temporadas nos centramos en la protección de espacios naturales protegidos porque se prevé actividad de furtivismo, cuando acaba la caza y empieza la veda. Y en época estival estamos volcados en la campaña de protección de incendios forestales”, detalla el Teniente Iván. El SEPRONA utiliza el servicio aéreo para la vigilancia aérea.

Recordamos que en el pasado mes de diciembre coincidieron una serie de condiciones climatológicas adversas que favorecieron la quema de 9.100 hectáreas. “Dio lugar a seis meses de investigación en coordinación con la Fiscalía de Medio Ambiente y se pusieron a disposición judicial a 15 personas en calidad de supuestos autores de incendios forestales”, afirma. “En 24 horas, entre el 19 y 20 de diciembre, se dieron unas temperaturas superiores a 30 grados, unos vientos de bastante velocidad y se preveían lluvias a continuación. Una de las prácticas ganaderas tradicionales, sin querer criminalizar a nadie, es favorecer un incendio en una finca de matorral o monte bajo, creyendo que al día siguiente va a llover y no va a tener repercusión importante. Como se dio la circunstancia de que no llovió en un mes y siguieron aumentando las temperaturas y todo el mundo aprovechó para quemar”, explica.

El SEPRONA vigila que se cumpla la normativa y su trabajo es derivado en muchas ocasiones de denuncia previa. “Cuando realizamos una inspección en una explotación ganadera el procedimiento de actuación es levantar un acta, de la cual se pueden derivar ciertas irregularidades, firmada por la fuerza actuante, un veterinario si puede prestar apoyo y el ganadero afectado. Esto va a la autoridad competente de la comunidad autónoma (Consejerías de Desarrollo Rural y Recursos Naturales, de Sanidad o Servicio de Desarrollo Agroalimentario). El SEPRONA no pone ni multas ni sanciones, pone en conocimiento de la autoridad competente de la comunidad autónoma las irregularidades”, explica. Las irregularidades más habituales son incumplimientos de la normativa de sanidad animal  como que en el libro de la explotación no estén registrados determinados animales, que éstos carezcan de crotal, que no esté especificado el tratamiento sanitario o que se encuentren medicamentos sin prescripción facultativa.

El proceso es similar con la Confederación Hidrográfica cuando se localiza un vertido en el río o las costas. “El número de actas que se levantan por infracción administrativa son mínimas, y realmente al que se está inspeccionando o vigilando es al verdadero infractor. Mientras los ganaderos y agricultores están cumpliendo estrictamente con la normativa, hay siempre un porcentaje de infractores, que son los que hay que vigilar y tendrá que sancionar la comunidad autónoma para el beneficio de todos”, concluye.

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Colaboración ciudadana

El día a día del SEPRONA es imprevisible en cierta medida, además de seguir su programa de actividades mensual surgen llamadas de los ciudadanos a las que se les da prioridad. “La colaboración ciudadana es fundamental, sin colaboración del ciudadano las actuaciones del SEPRONA se pueden prolongar durante muchos meses o incluso no conseguir un resultado óptimo. Entendemos que el ganadero, agricultor, cazador o pescador cumple estrictamente la normativa, pero hay que buscar a esos infractores que se están beneficiando de la buena fe del resto de la gente”, incide el Teniente. Un claro ejemplo se registró con el tema de los incendios forestales de diciembre. “Cuando focalizamos territorialmente dónde habían sido los puntos más conflictivos, nadie nos aportaba ningún tipo de información. Esto obligó a tramitar escuchas telefónicas o solicitar informes de subvenciones de PAC, con la consecuente demora”.

El SEPRONA realiza sus inspecciones con profesionalidad, objetividad y transparencia, levantando acta, con aportación de testimonios si se trata de denuncia previa y tratando de encontrar al infractor. “Aunque encontramos cierta reticencia a colaborar con la Guardia Civil, sí percibimos la colaboración de sindicatos o asociaciones de sindicatos, a nivel de gremio”, comenta.

“El profesional del campo no debe tener miedo a la labor profesional del SEPRONA, las inspecciones se realizan en presencia de la persona responsable y tiene margen para poner sus alegaciones al respecto, es fundamental para el procedimiento administrativo. Buscamos encontrar al verdadero infractor y no perjudicar al sector, sino todo lo contrario”, finaliza el Teniente Iván.