Carmen Moriyón conserva muy buenos recuerdos de niñez de la Feria de San Antonio, ya que “era por encima de todo el medio de aprovisionamiento de los gijoneses. Acudían a comprar los productos de temporada que nos acercaban los productores y estos a su vez con la recaudación obtenida adquirían enseres personales como herramientas de trabajo, ‘paxos’, ‘madreñes’ o mangos”, rememora la alcaldesa. Después de la recuperación de la tradicional cita rural, San Antonio se va convirtiendo en un referente, más aún con las novedades que incorpora esta edición.

-¿Qué significa la tradicional Feria de San Antonio para la ciudad?

-Es el homenaje y el reconocimiento que la ciudad de Gijón rinde a su sector primario, que ha sido durante mucho tiempo la fuente de alimentos de nuestra ciudad. Nuestro sector rural ya no es lo que en su día era, pues el crecimiento territorial de nuestra ciudad lo ha ido ahogando poco a poco, pero aún hoy en día se mantienen más de 500 explotaciones ganaderas en nuestra ciudad que poseen más de 10.000 cabezas de ganado, principalmente de vacuno del que superamos las 8.000 cabezas.

-¿Son los gijoneses cercanos al ámbito rural?

-Muy cercanos, debemos recordar que medio siglo atrás Gijón era netamente rural y en una u otro medida la mayor parte de los gijoneses teníamos o tenemos padres o abuelos que han sido agricultores o ganaderos por lo que tenemos en nuestro ADN personal ese amor por el ámbito rural. También debo destacar que los gijoneses disponemos de una zona rural que es envidiable e ideal para el disfrute de todos nuestros conciudadanos donde podrán pasear y disfrutar de unas vistas de nuestra bahía que nunca se cansa uno de contemplar.

-¿Qué nos vamos a encontrar en la Feria?

-La feria tiene dos actividades centrales que son los concursos de ganado de leche y carne y en torno a ellos giran todas las demás. Nos encontraremos los talleres de niños, demostraciones de deportes autóctonos, subasta de ganado selecto o el mercado agroalimentario que este año hemos bautizado con el nombre de Fermentaría, pues hace hincapié en productos que fermentan en su proceso de elaboración como pueden ser el queso, el pan, cervezas, vinos o sidras entre otros.

-Además de ganado ¿se contará con productos de la huerta o apícolas?

-Como en las ediciones anteriores se contará con una muestra de zabarceras, que son las productoras locales, que nos ofrecerán los productos de temporada, patatas, cerezas y algún producto más. Ya desde que se recuperó esta feria contamos con un número importante de productores apícolas que además de ofrecernos sus productos alimentarios nos ofrecen información de la importancia medioambiental de este insecto, tema muy importante ya que desde el propio Ayuntamiento hemos hecho una declaración institucional para dar los primeros pasos para resolver este problema de la pérdida de abejas y sus consecuencias. Toda esta información nos la coordina tanto en la Feria como en el Botánico ADAPAS (Asociación para la defensa de la abeja del Principado de Asturias).

-Los niños ¿también tendrán protagonismo?

-Los niños son nuestro futuro y por tanto no nos podemos olvidar de ellos, esa fue una de las premisas con las que se recuperó esta Feria y para ellos dedicamos íntegramente el primero de los días. Más de 1.000 niños de los centros escolares de Gijón acudirán a los talleres que se ofrecen al inicio de año y en función de las solicitudes preparamos la jornada. Este año realizaremos ocho talleres (elaboración de quesos, fabricación de madreñas, cocina,…) y en la pista central con las vacas del concurso los responsables de las asociaciones de ganaderos darán explicaciones de las características morfológicas de los animales.

-¿Alguna novedad?

Sí, dos novedades: que los toros se juzgarán a última hora de la tarde al ser lo más espectacular y que por primera vez en España se realizará un concurso nocturno de vacas de carne, será para las diez secciones de terneras y novillas. Entre sección y sección se disfrutará de actuaciones musicales del coro Voces Graves de La Camocha y la Agrupación Coral de Porceyo, monólogos y teatro costumbrista. Se cerrará con la emblemática canción ‘Gijón del alma’ de la mano de Víctor Cimavilla, su compositor.  También contaremos con el salón agroalimentario Fermentaria y se contará con Luján, la granja escuela de Colunga donde los niños pueden acercarse a los animales.