Los encuentros digitales ‘De tú a tú’, ofrecidos por Caja Rural de Asturias, reunieron ayer a Pablo Martín, presidente de la consultora gijonesa Izertis y a Pablo Foncillas, experto en innovación comercial y marketing para arrojar luz sobre cómo afectará la Covid-19 al comportamiento de los consumidores. Antonio Romero, director general de Caja Rural de Asturias, abrió la charla animando a empresarios y emprendedores a “ayudar a convertir esta región, además de en un Paraíso Natural, en un paraíso innovador y tecnológico que nos haga afrontar el futuro con decisión y optimismo”. A su vez, Romero elogió la labor de los dos invitados y apuntó que “desde Caja Rural de Asturias queremos contribuir en la búsqueda de respuestas para reinventar el futuro”.

Por su parte, Pablo Martín, en calidad de entrevistador, inició la charla señalando que “no soy un comunicador profesional como nuestro entrevistado y he de confesar que hay una cosa con la que no me siento muy cómodo: a mí me gusta polemizar, pero Pablo Foncillas y yo estamos de acuerdo en muchas cosas”. La compañía que preside Martín, da trabajo a más de 750 empleados en 49 países. “En Izertis solemos decir que la transformación digital no solo tiene que ver con la tecnología, sino también con las organizaciones y las personas. La tecnología no es nada más que un catalizador, un habilitador que haga más fácil ese proceso. Esto son cosas que Pablo Foncillas nos dice repetidamente: la información la cambian las personas, no la tecnología”.

En ese aspecto, Foncillas subrayó que “el comportamiento de los consumidores ha cambiado en que nos hemos vuelto promiscuos comercialmente hablando. Desde las organizaciones lo que tenemos que pensar es en obligar a los canales a lo que quieren los clientes y no al revés”. En ese sentido, el experto en innovación comercial recalcó la importancia de “unir el mundo offline con el mundo online y saber utilizarlos según las necesidades de nuestros clientes y más, en los tiempos de explosión de lo digital y de incertidumbre que estamos viviendo”. Según Pablo Martín, “al final no existe ningún modelo perfecto, pero vivimos en un mundo híbrido y la transformación digital está jugando un papel fundamental”.

Cómo entrar en el mundo digital

Una de las preocupaciones de las pequeñas y medianas empresas es la capacidad de adaptación a los medios y sistemas digitales. Martín le pidió a Foncillas que diera alguna recomendación para esas organizaciones que quieran aplicar la transformación digital. “Hablo con profesionales de todo tipo, desde pymes y autónomos hasta grandes compañías. Muchos de ellos tienen una visión digital que tiene que estar conectada con la visión comercial y ahí entra en juego la estrategia”, remarcó Foncillas, quien añadió que “la estrategia consiste en comprometer los recursos de los que dispone la organización para encaminarla en un futuro y eso entraña dificultades y obstáculos”. Invertir en las personas

Ambos participantes destacaron que la transformación digital de las empresas tiene que hacer hincapié en el desarrollo tanto de las capacidades y la cultura de los trabajadores como del liderazgo y la visión estratégica de los directivos. Para Martín, “si aplicamos solo la tecnología y no transformamos las organizaciones al final no estaremos cambiando nada”. Por su parte, Foncillas destacó “la cultura, el liderazgo y las capacidades como los ingredientes secretos para una transformación digital de una empresa.

Pymes, turismo y pequeño comercio

Ante el ascenso de gigantes de las ventas online como Amazon, Foncillas destacó que “España es un país de pymes y pequeño comercio y ambos van a tener que trabajar por recuperar a parte de sus clientes pero competir con estos gigantes en logística sería absurdo”, a lo que Pablo Martín añadió que “las pequeñas empresas quizás tengan la dificultad de tener recursos limitados, pero su tamaño las permite ser más ágiles y flexibles que las grandes compañías”. En cuanto al turismo, Pablo Foncillas indicó que “actualmente es uno de los motores de nuestra economía y su punto de equilibrio ha cambiado. Hay que proteger la caja y olvidarse de ganar 20, sino pensar en perder 8 en vez de 10”. Para el experto en innovación, “el precio está dejando de ser relevante frente a factores como la cercanía en el trato en el pequeño comercio o los sellos de garantía sanitaria en los establecimientos turísticos”.