El Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, a través de la Dirección General de Desarrollo Rural, Innovación y Política Forestal, ha elaborado y publicado en su página web el informe “Inventario de Daños Forestales”, dónde se recogen los resultados de la evaluación anual que realiza el Ministerio sobre el estado de salud de las masas forestales
españolas. Los resultados obtenidos en los muestreos llevados a cabo por el Ministerio en 2018 indican que, con respecto a 2017, el estado general del arbolado experimenta un proceso de cierta mejora, aumentando el número de árboles sanos (77,3% del total de la muestra, frente al 72,2% del año 2017) y disminuyendo el de dañados (el 20,6% de los pies presentan defoliaciones superiores al 25%, mientras que en el 2017 este porcentaje era del 24,8%). En cuanto a los daños observados en árboles debilitados (más del 25% de defoliación), se ha detectado que los daños abióticos son la causa mayoritaria, principalmente producidos por la sequía. En segundo lugar destacan los provocados por insectos, siendo la causa principal la presencia de defoliadores (procesionaria). Entre las formaciones muestreadas con mayor defoliación media se encuentran los pinares de Pinus nigra, seguidas de las mezclas de coníferas autóctonas en la región mediterránea, y los encinares. En suma, cabe concluir que los resultados globales de 2018 mejoran los del año pasado. En 2017, los altos porcentajes de defoliación registrados podrían estar relacionados con el hecho de que los periodos de sequía sean cada vez más extremos y prolongados en nuestro país. Por otra parte, era de esperar que la situación mejorase en cuanto la sequía remitiera, como efectivamente se ha comprobado durante el último muestreo. Hay que mencionar que, probablemente, el periodo de recuperación sea largoy continúe durante varios años, ya que, aunque los porcentajes de defoliación son más favorables que en la campaña anterior, los valores aún son peores
que la media del último quinquenio.