Recría en invierno: mejor con Kaliber

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La opinión del experto: Silvia A. Freije, especialista en primeras edades

Las terneras son el futuro de la explotación. Hace años en las ganaderías el objetivo que se planteaba era que las terneras “no enfermaran”. Hoy en día, con un sector muy profesionalizado, se requiere de soluciones nutricionales específicas para ayudar a las explotaciones a alcanzar primeras lactaciones competitivas y producciones vitalicias altas. Por suerte, la recría es una inversión con gran retorno. Se estima un aumento en la ganancia media diaria de 100 gramos en los dos primeros meses supone 250 kg más de leche en la primera lactación. Con esto sobre la mesa es lógico plantearnos en los primeros 90 días objetivos de ganancia media diaria ambiciosos que resulten en una mejora en los futuros índices zootécnicos de la explotación. El equipo de Almacenes Blanco y De Heus ofrece asesoramiento técnico por parte de personal especializado y un porfolio de productos específicos de calidad que garantizan el éxito de las novillas Kaliber.

Con la llegada de los meses de frío debemos estar atentos a varios factores. El invierno supone un desafío añadido para nuestras terneras. Las bajas temperaturas conllevan que la recría tenga que usar parte de la energía de la ración para mantener la temperatura corporal. Como sabemos la ganancia media diaria de nuestras terneras determina su producción vitalicia, por lo que no nos interesa que las terneras malgasten la energía que les aportamos en conservar su temperatura. Pero, ¿qué podemos hacer para evitar que esto suceda?

Cama. Una buena cama es fundamental para aislar al animal del frío del suelo. Si la ternera se acuesta sobre una superficie fría o húmeda la pérdida de calor por conducción aumentará, y el animal invertirá parte de la energía de su ración en contrarrestarlo y no en crecer. Las terneras tienen en proporción mucha más superficie de contacto con el entorno por unidad de peso que las vacas adultas. Si observamos los lotes de recría veremos que ellas mismas intentan aumentar la superficie de intercambio en épocas de calor y disminuirla lo máximo posible en las de frío. Una buena cama de paja debe permitir a las terneras hacer un nido a su alrededor que cubra sus extremidades totalmente cuando están tumbadas. Esto aumentará mucho la eficiencia de conversión.

Alojamiento. Protege a las terneras del viento y la lluvia. Las menores de dos semanas son especialmente sensibles a las corrientes laterales, es fundamental protegerlas por medio de cortinas anti viento o casetas Es importante que protegerlas de los elementos no suponga un perjuicio en la calidad del aire: se las debe resguardar de las corrientes y la lluvia pero nunca cerrar los alojamientos tanto como para comprometer la ventilación; el aire del interior de la estancia debe ser lo más similar posible al del exterior.

Higiene. La capa de pelaje de la ternera debe actuar como un abrigo natural. El pelo preserva una capa de aire caliente a su alrededor que la protege. Si la ternera está mojada o embarrada esto no funciona, de la misma manera que usar un abrigo mojado no nos ayuda a conservar calor si no que facilita que lo perdamos. Mantener a nuestras terneras secas y limpias en una buena cama de paja aumentará su crecimiento y salud.

Agua. El agua es el alimento más importante de las vacas. Si viene directamente de la traída o de un pozo las terneras tendrán que afrontar además del frío ambiental las variaciones en la temperatura del agua de los bebederos. Estas fluctuaciones en la temperatura del agua de consumo suponen que algunas terneras no beban lo suficiente, con lo que la apetencia por el forraje disminuirá y se puede crear una situación de desequilibrio en la ración. La instalación de un pequeño acumulador de agua en la recría ayuda tanto a atemperar el agua de consumo como a facilitar que la nodriza automática alcance la temperatura y presión recomendada para la preparación y administración de la leche. El uso de leches con grasas de alta calidad asegura que la emulsión sea óptima con lo que la digestibilidad y aporte energético van a ser correctos también en invierno. Dentro el programa de lactancia de la granja se debe tener en cuenta estas circunstancias para adaptar la concentración y cantidad de leche al periodo invernal.

Sanidad. Es vital ser estrictos con la profilaxis vacunal que el equipo veterinario de la explotación recomiende. Las neumonías son el talón de Aquiles del vacuno de leche, debemos preparar a las terneras lo mejor posible para enfrentarse a ese desafío. Es importante revisar las temperaturas de encalostrado en invierno. Muchas veces no se puede administrar el calostro a la ternera justo tras el ordeño, si el calostro llega frío no solo conseguiremos que la ternera no entre en calor, sino que además no estaremos estimulando correctamente la gotera esofágica, con el consiguiente riesgo de trastornos digestivos. El termómetro debe ser una herramienta más en la granja: un gesto tan sencillo como encalostrar con el termómetro en el cubo hasta que la ternera termine la toma y calentar al baño maría si es necesario nos ayuda a evitar muchos problemas en la granja. La monitorización de los niveles de inmunoglobulinas en calostro es recomendable durante todo el año, pero cobra mayor importancia en invierno con el aumento de la incidencia de patología respiratoria. El control del valor brix de los calostros a nivel de campo ayuda a asegurar el correcto aporte de anticuerpos maternales a las terneras.

Alimentación. El aumento en las necesidades energéticas de las terneras para la conservación del calor corporal debe controlarse desde el manejo, no obstante siempre es necesario chequear que la alimentación de la recría aporte la energía suficiente para cada granja en concreto. En algunos casos se debe aumentar el aporte energético en invierno, por ejemplo modificando la concentración de leche en polvo en la curva de lactancia de la nodriza. El equipo de De Heus-Almacenes Blanco dispone de herramientas informáticas como Kaliber Selector al servicio de sus clientes y de productos formulados específicamente para garantizar un crecimiento constante.

El Plan Kaliber de recría de novillas ofrece soluciones nutricionales para las distintas fases de la recría. La leche Kaliber Lacto Premium es una leche 60 spray, está diseñada para responder a las necesidades de las terneras también con bajas temperaturas. Contiene ácidos grasos de cadena media y probióticos, que mejoran la digestibilidad y proporcionan una acción antibacteriana extra.  Nuestros Kaliber Starter y Kaliber Muesli están formulados con materias primas de alta calidad para garantizar el correcto desarrollo del rumen en primeras edades. Kaliber Starter tiene un 20% de proteína en base a soja y un nivel energético adecuado para apoyar a nuestras terneras estos meses. Por su apetecibilidad y digestibilidad garantiza una transición suave entre la alimentación líquida y la sólida, con un consumo de 2kg al destete se garantiza que el ritmo de crecimiento se sostenga a posteriori.

En Almacenes Blanco acercamos a nuestros clientes las últimas innovaciones en nutrición animal de la mano de De Heus y su equipo técnico.