El Matadero Central de Asturias lleva unos meses sacrificando y exportando vacas a Bélgica. Han comenzado a enviar también terneros como prueba, “demandan animales, terneros y terneras desde 150 a 280 kg y si todo va bien enviaremos dos veces por semana los camiones con 50 vacas y 50 terneros/as. También estamos enviando a Holanda vacas y toros”, afirma Panero. A parte de esta novedad, nos explican cómo se está gestionando en el Matadero el trabajo en periodo de alarma para hacer frente al coronavirus.

-¿Cómo está llevando el Matadero el periodo de alarma para hacer frente al coronavirus tras más de un mes de rodaje?

-Por parte de la plantilla de trabajadores del Matadero Central de Asturias se tomó conciencia desde el primer momento de la situación a la que nos enfrentábamos por lo que la implicación, dedicación y prevención fue instaurada en la empresa de una manera, que eran los propios operarios los que se ‘imponían’ entre ellos las medidas a llevar a cabo. La dirección de la empresa mantuvo en todo momento su evaluación de riesgos al día, informando de manera puntual a sus trabajadores. El personal es consciente de su labor en esta crisis pudiendo seguir con su trabajo para así garantizar el abastecimiento de productos cárnicos a todos nuestros carniceros así como el servicio a domicilio que el Matadero Central decidió ofrecer para poder dar cobertura directa a cientos de asturianos que por sus circunstancias (gente mayor, que vive sola…) no pueden salir a realizar sus compras. Una vez más, como siempre nos definimos, la familia del Matadero Central de Asturias actuó y actúa bajo el lema ‘todos a una’. Cuando comenzó este estado totalmente desconocido para todos, nadie desde administración, producción, operarios de cuadras, el equipo de limpieza y mantenimiento dudó en arrimar el hombro de una manera ejemplar. No solo desempeñando en los primeros días el doble de trabajo que en una jornada normal, sino en su aptitud frente a cualquier modificación surgida como consecuencia de las medidas a llevar a cabo.

-¿Cómo se traduce en cifras de sacrificio?

-Las cifras de sacrificio del primer momento cuando fue decretado el estado de alarma sufrieron un aumento del 150% llegando a superar números registrados durante toda la andadura de las instalaciones del Matadero Central de Asturias, llegando en un solo día a sacrificar 310 animales. Estas cifras se mantienen durante las dos primeras semanas. A partir de ahí sí notamos una inestabilidad en la demanda produciéndose semanas donde percibimos un descenso, así como otras donde se produce de nuevo un aumento con respecto a fechas similares del año anterior.

-¿Y en demanda de proveedores?

-Con los proveedores de material consumible, sí notamos, debido a las condiciones de este estado, que los periodos de tiempo en las entregas son superiores, pero bien es cierto, que los servicios de máxima prioridad para el buen funcionamiento del matadero están respondiendo de manera ejemplar no sufriendo carencias en ningún campo y disponiendo de todo.

-¿Les influye que el Mercado de Ganados de Pola de Siero esté cerrado?

-No. Después de la andadura que llevamos, los ganaderos realizan directamente la venta de animales al matadero.

-¿Cómo ve el futuro de cara a la vuelta paulatina a la normalidad?

-La palabra normalidad como la conocíamos antes de esta pandemia será muy difícil de alcanzar y por supuesto no en un corto plazo. La desaceleración se producirá de manera escalonada y esto lógicamente influirá también en las empresas, lo que sí tenemos claro es que una vez más el orgullo del Matadero Central de Asturias son sus profesionales que día a día prestan sus conocimientos y su aptitud para cumplir como lo que somos, una empresa esencial. El aplauso de las 20 horas también va por nosotros.