Las ganaderías lácteas continúan su ritmo “casi habitual de trabajo” en situación de estado de alarma por Coronavirus. Los animales tienen que alimentarse, hay que ordeñar, además de infinidad de trabajos que no pueden dejar de hacerse para el buen funcionamiento de la explotación. Se trata en la mayoría de las ocasiones de unidades familiares a las que en el caso de Ganadería Sola en Guiar (Vegadeo) por su dimensión cuenta con dos empleados, a los que Javier Marcos ante la situación tuvo que encargarse de hacerles los justificantes correspondientes para poder desplazarse a su puesto de trabajo, además de que apliquen las medidas de seguridad, higiene y guardar la distancia adecuada a la hora de realizar sus labores.

Ganadería Sola cuenta con 105 novillas en el Rancho de las Nieves, 25 animales entre vacas secas y novillas próximas al parto y 185 vacas en producción con tres robots de ordeño. Es socio de Central Lechera Asturiana, a la que entrega 7.500 litros de leche diarios. “De momento no tenemos problemas de abastecimiento, en nuestro caso los animales consumen mezcla húmeda que viene diariamente de Irmandiños y los medicamentos los recibimos a través de una furgoneta de reparto bajo pedido.

“En esta situación el mercado se está abasteciendo, incluso habiendo más demanda de la habitual, cuando pase todo esto, yo creo que los mercados lo acusarán”, afirma Javier Marcos. “Espero que desde que pase esto se reconozca la labor de los que seguimos trabajando todos los días para que los alimentos no falten en el supermercado ni en las neveras”, recalca. “Lo que hacemos ahora, lo hacemos los 365 del año, sin el campo ¿qué podría pasar?, más en situaciones difíciles como la que estamos viviendo”, explica.

Por otra parte Javier Marcos se considera un “priviliegiado” por vivir en zona rural. “Nosotros tenemos dos niños, uno de ocho años y otro de dos, y la verdad que los que están en las ciudades sin salir del piso y con niños, tiene que ser complicado”.