Candás, Capital Rural Europea 2019, acoge esta semana el  IV Parlamento Rural Europeo, y el Parlamento Rural de la Juventud, reuniendo a casi medio millar de personas de unos 40 países. Esta mañana, han contado con la asistencia del presidente del Principado, Adrián Barbón.

El presidente ha destacado que “es la primera vez que el Parlamento Rural Europeo y el Parlamento Rural Europeo de la Juventud se reúnen en España”. “Espero que consigan hacerse oír, porque ese es uno de los objetivos  principales de esta reunión: servir de altavoz a las zonas rurales, que sus necesidades y propuestas sean escuchadas y tenidas en cuenta como merecen”. Este encuentro es importante por varias razones –por el elevado número de regiones y países representados, por los asuntos que se tratarán, por el esfuerzo de cooperación-, y además se celebra en un momento de especial trascendencia, a comienzos de un nuevo modelo de desarrollo en el que el medio rural tiene mucho que aportar.

“En Asturias abordamos este asunto con frecuencia. Como somos una comunidad con una fuerte tradición industrial, estamos atentos a las consecuencias que la transición ecológica conllevará sobre nuestras empresas, en qué medida serán capaces de adaptarse y consolidarse ante un cambio que se prevé rápido e inexorable.  Hablamos mucho, casi a diario, del mercado de dióxido de carbono, del coste de la energía y de empresas electrointensivas”. “Vivimos, por lo tanto, un tiempo de cambio, de un cambio crucial,  y, como todos los episodios de este tipo, se presenta arriesgado y estimulante”.

En palabras de Barbón, “es imprescindible que Europa escuche hoy al mundo rural. El camino hacia el equilibrio entre crecimiento y protección del planeta no puede explorarse con oídos sordos a agricultores, ganaderos, pescadores y habitantes de aldeas, pueblos y villas. Volvemos los ojos a las industrias porque habrán de cambiar a corto plazo su modelo de producción, nos fijamos en las ciudades porque se imponen otros hábitos de transporte o se restringen áreas al tráfico… De acuerdo,  todo eso es importante, pero no nos olvidemos que la ecuación del cambio climático no se soluciona sin incluir la variable del medio rural. No caigamos en el error de pensar un paradigma económico sin las zonas rurales”.

“En nuestro caso, por hablarles de Asturias, sobresale la Red de Desarrollo Rural, que agrupa once grupos de acción local. Destacan iniciativas pioneras como el ticket del emprendedor rural, concebida para impulsar la diversificación, crear empleo y fijar población. Recuerdo, a propósito, que mi gobierno está dispuesto a aumentar  un 40% la dotación del ticket, ahora fijada en 25.000 euros. También estamos decididos a promover el relevo generacional, una prioridad esencial. Para demostrarlo, nuestro gobierno ha propuesto una modificación del Programa de Desarrollo Rural para incrementar la ayuda de incorporación de jóvenes al campo desde los 50.000 euros actuales hasta un máximo de 75.000. Acompañaremos estas ayudas con planes de capacitación y formación que faciliten el éxito de los proyectos. Lo subrayo con toda la ambición: queremos que jóvenes y campo puedan ir de la mano, sin estar condenados a extrañarse.”