Cruz Maestre nació en Madrid y siempre ha estado muy vinculada a su tierra materna, a Ferrreros (Ribera de Arriba), donde pasaba sus veranos de infancia. “Me siento asturiana, vivo y trabajo aquí, este es mi sitio”, afirma. Su marido es alemán y aún viviendo en Praga, pero su hija nació en Oviedo. Cuando la familia decidió regresar a España la elección fue clara, Asturias. Ubicados en la región y con su hija amazona, su afición por el caballo de deporte español se fue incrementando hasta hace unos años que decidieron dedicarse a la cría y crear su yeguada propia. El proyecto va acompañado de unas modernas instalaciones en una finca de 13 hectáreas para la cría y entrenamiento de caballos de deporte español, ubicadas en Sariego que en breve estarán listas. Su sueño está a punto de hacerse realidad. La Finca Maeza acogerá entre los días 7 y 9 del próximo mes de septiembre la celebración del Campeonato de Asturias, la mejor forma de inauguración.

-¿En qué momento nace su afición por el mundo del caballo?

-Cuando nuestra hija empieza a montar con cinco o seis años, en aquel momento vivíamos en Praga. A nuestra vuelta a España quiso continuar con su afición, empezó con poni, después pasó a caballo y nos animamos a comprar el primer caballo. Ya entramos en contacto con temas de cría y empezamos con ello hasta llegar hasta aquí. La equitación para nosotros es una pasión, cuando tienes un hijo que practica al final eres su mozo de cuadra, su transportista, su ayudante, su patrocinador… te ocupa tanto tiempo que acabas entregado a ello.

-¿Cómo surge la idea de crear un centro de cría y entrenamiento de caballo de deporte español?

-A raíz de la situación de los centros hípicos en la región en el momento en el que nuestra hija competía pensamos en hacer una pista. Como la realización del proyecto se fue alargando, desembocó en unas instalaciones más amplias que en un futuro estaremos disfrutando. En breve ocuparemos las instalaciones finalizadas hace un par de meses, orientadas a la cría y formación de los caballos para lo cual contamos con pista de competición tanto cubierta como descubierta, boxes, caminador… todo tipo de facilidades para el caballo. Es simplemente para formación de nuestros propios caballos.

-Ustedes tuvieron que adquirir la finca ¿por qué en Sariego?

-No es muy sencillo adquirir grandes extensiones de terreno en Asturias porque prima el minifundio. Aquí se daban las condiciones, nos gustó mucho el paisaje y Sariego es un concejo muy ganadero.

-Finalmente apostaron por la cría de caballo de deporte español.

-Lo valoramos en su momento, lo primero que compramos fue una yegua mucho antes de decidir llevar a cabo el proyecto que estamos desarrollando. En ese momento descubres que en la cría hay otro factor importante, la ilusión, por conseguir un caballo olímpico y premios, es el sueño de cualquier criador. La cría tiene un componente muy romántico, yo tengo este potro que ha nacido, que he procurado que tenga los mejores orígenes, que le estoy dando la mejor alimentación y los mejores cuidados, que le estoy formando con buenos jinetes y a ver dónde llega.

-¿Cuál es el caballo estrella de la yeguada?

-Llevamos tan poco tiempo en el sector, digamos que es el caballo que tiene siete años, el Altauer de Maeza, hijo de Centauer Z, y la madre por Casal y Corrado. Ha corrido recientemente su primer gran premio en Galicia y ha hecho un papel estupendo, nos ilusiona, aún le queda mucho recorrido. Tenemos otro potro de seis años y dos potras de cinco en las que tenemos muchas expectativas, Centina de Maeza y Calidora de Maeza. En total tenemos unos 45 caballos, algunos de monta que han sido adquiridos, dos alemanes que monta mi hija, otro holandés, Cermont, que compramos joven y nos ha dado muchas alegrías, pero no es criado por nosotros, clasifica muy bien en los concursos de dos, tres y cuatro estrellas.

-¿Qué alimentación tienen los caballos?

-Hasta que empiezan con el deporte procuramos que hagan una vida lo más natural posible, que estén la mayor parte del día en prados, que puedan comer la hierba como en libertad, pero con un control distinto. Aquí llueve mucho y tenemos la posibilidad de tener boxes o refugio para que los potros cuando haya mal tiempo tengan un lugar donde resguardarse.

-Es vicepresidenta de la Federación Hípica Asturiana. ¿Qué valoración puede hacernos de los caballos de deporte español en nuestra región?

-Los caballos en Asturias se crían muy bien. Hay ganaderías veteranas como Porceyo, Casa’l Campellán, Agroartime o Molino de Quintos… llevan mucho tiempo criando y lo hacen bien, siempre han cuidado mucho las líneas. Hoy en día buscar un buen semental es fácil comprando el semen, pero una buena madre es difícil de conseguir, porque no se venden. Asturias a nivel nacional tiene un peso importante. Hay yeguadas más visibles, pero muchos más pequeños ganaderos. En Asturias hay una afición tremenda al caballo y especialmente al de salto. El Hípico de agosto tiene gran tradición y todos condicionamos nuestras vacaciones para acudir.

-¿Tiene el caballo de deporte español suficiente apoyo?

-Creo que no. En cuanto a los criadores las administraciones aportan poco. Incluso una compra/venta de caballos está sujeta a un tipo de IVA que no es un IVA ganadero, hablamos del 21%.

-¿Qué papel tiene la genética?

-Somos novatos, aún no hemos apostado por los embriones. Hasta que no estemos instalados adecuadamente en nuestras nuevas instalaciones no hemos trabajado en ese sentido. Es algo fantástico porque te permite mantener las buenas yeguas en competición, y un buen palmarés en la madre le da un valor añadido al potro. En otros países como Alemania, Bélgica y Holanda la cría caballar es una industria.

-¿Nos falta cultura de ganadería ecuestre?

-Sí, es cierto que en otros países caballos y ganado vacuno está muy ligado, y cualquier ganadero de vacas tiene una o dos yeguas para criar. En Alemania llevan criando y cuidando su libro genealógico mucho tiempo y tienen grandes posibilidades de selección. Es un sector que genera mucho dinero.

-¿Quién conforma su equipo?

-Somos 10 personas. Nuestro principal jinete es Fidel Dávila, actual subcampeón de Asturias, que es de Burgos, pero asturiano de adopción. Contamos con un equipo humano fantástico, gente muy trabajadora e involucrada con el proyecto, lo que hace que todo sea más fácil.

-¿Cuánto estarán operativas sus instalaciones?

-Para el mes de enero estaremos ubicados, aún nos quedan cosas por hacer. Y en septiembre la Finca Maeza acogerá el Campeonato de Asturias, una forma estupenda de inaugurarlas.