Además de administrador Carlos Zuñiga es socio fundador de la empresa Circuitos Taurinos desde hace más de 22 años, adjudicataria de la plaza El Bibio de Gijón. Este año la Feria de Begoña contará con seis magníficos festejos taurinos entre el 10 y el 15 de agosto en los que participarán los toreros Padilla, Castella, López Simón, El Fandi, Talavante, Roca Rey, el Juli, Manzanares, Perera, Paquirri, Ferrera y Cayetano. La novillada de picadores correrá a cargo de Ángel Sánchez, Jesús Enrique Colombo y Marcos y la corrida de rejones será para Rui Fernandes, Diego Ventura y Leonardo Hernández. Sumado a un elenco ganadero de nivel, el espectáculo está asegurado.

-¿Qué es para usted la tauromaquia?

-Para mí la tauromaquia es una manifestación cultural del más alto nivel puesto que se ha mantenido durante siglos en España y en el mundo, y además ha inspirado a genios como Goya o Machado.

-¿Cómo definiría la afición taurina asturiana y concretamente la de Gijón?

-La afición asturiana y en concreto la de Gijón es una afición muy entendida, respetuosa y exigente. Los silencios que se viven en El Bibio hacen que esta plaza se asemeje en el norte de España (salvando las distancias) a la de Sevilla, que es santo y seña del taurinismo mundial.

-El cartel de la Feria de Begoña es todo un lujo. ¿Cómo se consigue contar con todos estos toreros de primera línea?

-No es fácil contar con este elenco. El pliego de condiciones que esta empresa firmó con el Ayuntamiento es muy exigente y hace que año a año tengamos que superarnos. Es una feria de altísimo presupuesto porque en la misma se anuncian nueve diestros de Grupo A, que son los de más alto caché en la actualidad. Si a todo ello le añadimos un elenco ganadero de primer nivel, el coctel debe resultar inolvidable.

-¿Qué previsiones tienen?

-Las previsiones son optimistas pero sin perder la realidad. Tras la apabullante crisis que hemos sufrido en la economía mundial, los toros no han sido ajenos a ella y a partir de ahora afrontamos un futuro esperanzador en el que todo aficionado que se precie tiene que arrimar el hombro y disfrutar  de un espectáculo único.

-¿Salen los números en El Bibio? ¿Es complicado?

-Los números en El Bibio como en casi todos los negocios sea del sector que sea, no es fácil cuadrarlos, pero al final siempre conseguimos mantener un equilibrio que nos permita subsistir y seguir creciendo.

-¿Cómo ve el futuro taurino?

-El futuro taurino lo vislumbro con optimismo. Un espectáculo que es el segundo de las masas en España, hace que lo dote de unas características irrebatibles de riqueza en este país. Los toros son tras el fútbol el espectáculo público que más ingresos directos e indirectos deja en la economía española.

-¿Qué opina del cierre de Las Ventas?

-El cierre de Las Ventas nunca tendrá lugar. Es el emblema de un país, de un sector y de un pedazo de la cultura de España. Con el tiempo tendrá que amoldarse a la modernidad pero sin perder su identidad y su historia.

-Su afición por los toros y el caballo, ¿lo lleva en la sangre? ¿Cuándo se dio cuenta de que se quería dedicar profesionalmente a este mundo?

-Desde bien pequeño en mi casa siempre escuché hablar de toros. He mamado la profesión y me siento orgulloso de defender y colaborar en la sostenibilidad de un ecosistema que genera infinidad de puestos de trabajo en el campo español y hace que la dehesa siga teniendo el color que siempre tuvo. El quererme dedicar a esta profesión es algo que fue surgiendo con el tiempo sin darme apenas cuenta.

-¿Algún sueño por cumplir?

-Sueños por cumplir muchos, pero el más importante es poder ver un año más la plaza de El Bibio  radiante, abarrotada de espectadores y hacer que disfruten viendo crear un arte milenario del que nos tenemos que sentir orgullosos como españoles.