El Auditorio Príncipe Felipe acogió los actos del homenaje al Paisano y Paisana del año que organizan cada año el Ayuntamiento de Oviedo, la Sociedad Ovetense de Festejos, la Fundación Caja Rural de Asturias, La Nueva España y la Corporación Radio Televisión Española. En esta edición se ha reconocido a Maximino Vega Álvarez, de 96 años y vecino de Argolibio, en Amieva, y a Mercedes Díaz Concha que, a punto de cumplir en el mes de junio los 94 años, sigue viviendo en su pueblo natal: Los Callejos (Llanes).
El alcalde, Wenceslao López, aseguró que estos premios son sin duda, “el mejor colofón a la feria de La Ascensión” ya que responden al verdadero sentido de la fiesta,  “homenajear a las personas que dedican su vida al ganado y a la agricultura”. El Alcalde se ha comprometido a trabajar para “tratar de recuperar el campo para el campo produciendo bienes agrícolas y ganaderos”.

En el acto también se ha reconocido el trabajo realizado por el veterinario ya jubilado Vitalino Hernández de la Red, al ingeniero agrónomo José Amador Prieto; al ingeniero técnico agrícola Juan Manuel Redondo y al joven ganadero Rubén López.  Además, se ha entregado el premio  ‘A la horticultura’ a Silverio Ramón Prendes y el  galardón en materia de investigación ha reconocido el trabajo de la doctora en Biología Rocío Rosa García.  ‘La Quesería Destacada’ fue este año para los hermanos Marta y José Álvarez Menéndez, propietarios de ‘La Fontona’, en  San Martín de Luiña (Cudillero) y el galardón para el artesano del año ha ido a manos de Samuel Rodríguez García, vecino de Zardaín (Tineo).

En cuanto a los premios a los ganaderos, Sergio Pérez, representante de la Ganadería Baxo S.C. logró el galardón en la raza Frisona; Gabino González, propietario de la explotación ganadera Casa Gabino, S.C. fue reconocido en la raza Asturiana de los Valles y Saturnino Gutiérrez en la categoría de raza Asturiana de Montaña.  El premio a las explotaciones destacadas fue a parar a Posada de Llanes por la explotación Ganadería del Colegio Nuestra Señora de Fátima Don Orione, un centro de enseñanza para personas con discapacidad. También se ha reconocido, en la categoría de ‘Defensa y Difusión de nuestra Cultura’, al colectivo de Las Hilanderas de la asociación El Güeyo, de Santa María de Grado.

Paisanos del Año

Maxímino Vega Álvarez nació en el pueblo de Cien, junto con sus siete hermanos, pero cuando tan sólo contaba con 3 años falleció su madre y se crio con una tía en Argolibio. A los 13 años ya estaba en la cabaña del puerto (Puerto de Ordes) a donde subía como otros pastores con el ganado desde mayo a septiembre y octubre, con sus ovejas, cabras y vacas de la raza Asturiana de Montaña. Allí pastoreaba y hacía “queso de los Beyos y manteca”, que luego bajaba a casa donde una señora los compraba y los vendía en el mercado de Cangas de Onís. Se casó con Barbarina y tuvo tres hijos. Recuerda cuando en el Concurso de Santillán, que se celebraba en Castañeu, al que acudía siempre, una de sus vacas quedó campeona.

Mercedes Díaz Cocha nació en Los Callejos pero en sus primeros meses de vida sus padres emigraron a Francia. La enfermedad, y el pronto fallecimiento de su progenitor provocó que con 4 años regresara a su pueblo natal donde se crió junto a su abuela y después con dos tías. A los 18 años, se casó con Ángel Morán, también de Los Callejos, donde ha trascurrido toda su vida. Con su marido tenían vacas, y “los ‘jatos’ los vendíamos en la feria de los viernes en Posada de Llanes”. Su marido tuvo un accidente que lo jubiló y le dejo secuelas en una pierna, por lo que tuvieron que vender las vacas, y Mercedes siguió con lo que más ha trabajado, que además de maíz y hierba para el ganado, ha sido la huerta, donde cultivaba y después vendía su cosecha en los mercados de Llanes y Posada. Tuvo cuatro hijos que emigraron a Alemania y México, donde aún viven dos de ellos, siete nietos y tres bisnietos, completan su descendencia.