A primeros de diciembre tenía lugar la inauguración de un nuevo minymas en la calle San José 38 de Gijón. Hablamos con Miguel Casielles que eligió la franquicia de Hijos de Luis Rodríguez para emprender con una empresa “seria, sólida y asturiana”. Dado que no tenían experiencia en el sector, Casielles destaca el asesoramiento y apoyo de la franquicia tanto a la hora de elegir ubicación, como la planificación de tienda o la formación para hacer frente al negocio.

-¿Ya tenía experiencia en el sector?

-Es nuestro primer contacto en éste área, tuve otros negocios, nunca de alimentación. Teníamos ganas de emprender, en algo que fuese sólido y nos pareció que masymas cumplía con estas características. Francisco Vela, responsable de franquicias de masymas fue el que nos ayudó a ver dónde se podía establecer un negocio para que funcionase y aunque dedicamos tiempo a ver locales, ellos nos dieron el visto bueno.

-¿Les ofrecieron formación?

-En masymas tenemos la puerta abierta para volver a acudir cuando queramos si tenemos alguna necesidad y previamente nos hacen una formación para saber llevar la tienda.

-¿Fue complicada la organización de la tienda?

-Somos de Gijón y vivimos cerca. Cualquier persona que monta un negocio sabe que es duro, es un proceso largo, las obras estresan mucho y los vecinos a veces me dicen que abrimos de la noche a la mañana, a mí me pareció un poquito más largo. Siempre asesorados por Francisco Vela fuimos organizando todo poco a poco, un día se planifica la obra, otro las estanterías, otro la imagen… Aquí la obra se empezó en septiembre y se realizó en tres meses. Queríamos abrir para Navidad porque es una fecha importante en la que todo el mundo acude a comprar.

-¿De qué personal dispone?

-De momento somos tres personas: Lorena, Dévora, que es mi mujer y yo. Estamos cuadrando horarios y viendo la necesidad real de personal que tenemos, a ver cómo va surgiendo el negocio y cómo vamos afrontando el tema.

-¿Cómo ha sido el recibimiento de los clientes del barrio?

-La gente está muy contenta, todo el mundo dice que hacía falta algo de estas características en la zona, tenían que desplazarse a centros comerciales y lleva más tiempo. Es un supermercado de proximidad, atendemos rápido, y la atención es personalizada, evitamos desplazamientos, y es un barrio donde hay gente mayor.

-¿Qué secciones tienen?

-Panadería y frutería, la carne y pescado se trabajan en envasado. Los minymas por tamaño no tenemos pie a esas secciones porque no tenemos espacio. Cubrimos la necesidad de tienda de cercanía.

-¿Qué referencias tenía de los minymas?

-Previamente, cuando vas a afrontar una inversión hablas con gente y ves cómo va el negocio y se respira que los franquiciados están contentos con el negocio con una empresa seria y sólida. Son decisiones muy difíciles, todo son complejidades a la hora de afrontar una inversión, nos decidimos por minymas por el trato de cercanía, es un plus que genera confianza, es una marca que crece y además asturiana.

-¿Qué ha tenido más éxito con la apertura?

-En frutería tuvimos una oferta de dos kilos de naranja por un euro y salió exquisita, los clientes han quedado muy contentos.

-¿Cuáles son sus planes de futuro?

-Evidentemente acabamos de empezar, no le podemos decir que no a nada, la idea es establecernos, consolidarnos y el crecimiento es parte importante de cualquier negocio. De momento establecernos en el barrio, que la gente nos conozca y sepa que puede encontrar aquí lo que necesita y a partir de ahí ir creciendo, de momento paso a paso.