El pasado 13 de septiembre María Jesús Aguilar cogía el relevo de su antecesor Jesús Casas en la Dirección General de Desarrollo Rural y Agroalimentación. “El sector agroalimentario es pujante en Asturias, es uno de los pilares de la economía de la región ya que representa el 20% de su PIB. La calidad de nuestros productos es contrastada y cada vez se invierte más en tecnología, los jóvenes ya lo ven como una alternativa de futuro”, afirma tras valorar que ve posibilidades en el sector.

-Asturias presume de productos de calidad garantizados a través de IGP o DOP, ¿se va por buen camino?

-No hay otro camino para una comunidad autónoma pequeña como la nuestra, con unos productos de tradición, trabajados con mimo y esmero. Para salir al mercado es necesario ofrecer garantías de ello y además de que es esta región quien lo fabrica y nuestros productores los que lo hacen. Por este camino todo son esperanzas. En primer lugar porque Asturias ya vende el espacio y entorno natural, además de la calidad de sus productos. En segundo lugar, si sabemos trabajar la calidad con garantías, que es lo que nos da la contra etiqueta, la denominación de origen, una IGP, un pliego de Alimentos del Paraiso… quiere decir que podemos competir en el mercado, porque esa calidad está contrastada. En tercer lugar, tenemos gente joven que trabaja con pasos sólidos en el futuro de nuestras marcas de calidad que piensan en el medio rural como opción laboral.

-¿Qué ayudas existen para las personas que decidan emprender en el sector?

-Hay muchas líneas, si pensamos en el medio rural como lo vemos hoy, miramos cómo lo vimos hace 20 años y si pensamos en el futuro, tiene una palabra mágica: Leader, un programa de apoyo a la economía del mundo rural y la diversificación fuera de lo que es la producción primaria que también tiene unas sus de subvención. Es suficiente ver Taramundi, Los Oscos, Somiedo… el cambio ha sido brutal a través de ayudas con un 80% de subvención a la inversión, y se mantiene desde hace 20 años. La Administración aporta recursos y se capitaliza el territorio dándo oportunidades de negocio a sus gentes. Esa transformación tiene que ir a más, pensando en alianzas. Si ofrecemos servicios de calidad, Asturias hoy tiene más oportunidades en el medio rural y en el sector agroalimentario que nunca conservando nuestras señas de identidad.

-Háblenos de la Ley de Calidad Alimentaria.

-Es el objetivo que nos queda por cumplir en este periodo legislativo, nuestro gran reto es aprobar la Ley de Calidad Agroalimentaria, va a regular la venta directa, tenemos producciones en el mercado que tienen que ser reguladas. Es muy esperada porque en esta ley está el futuro. Acabamos de recibir las enmiedas y contestarlas.

-¿Hay nuevas incorporaciones a Alimentos del Paraíso Natural?

-Los queseros artesanos están muy interesados en incorporarse a la marca que lleva el sello de Asturias y de calidad. Pertenecer requiere exigentes controles de seguimiento del producto. Los que pertenecen a una IGP o DOP cuentan con un consejo regulador con estrategia conjunta. Otros productos cuentan con marca de garantía como el chorizo, la morcilla y el compango asturianos, la faba verdina o el vacuno mayor, que se organizan individualmente, pero deben de tener su pliego y cumplir con una normativa y plan de control que supervisamos a través de auditorías. Otro estamento ampara Alimentos del Paraíso Natural, cuyos pliegos pueden ser públicos (marañueles de Candás y Luanco, el arándano, el kiwi o la miel) o privados como el Queso La Peral por poner un ejemplo. Su camino es llegar a IGP, en el caso de la miel se trabaja con la asociaciones para constituirla.

-¿Qué objetivos tienen antes de la cita electoral?

Estoy siguiendo un camino ya iniciado, quizá con una impronta personal. Hay que continuar exportando Asturias y sus productos de calidad abriendo mercados con el apoyo de los productores. Nuestra producción es excelente, pero pequeña, debemos saber a qué mercados podemos ir siendo conscientes de nuestros pasos. Sabemos cuando queremos algo excelente