La inspección y vigilancia pesquera depende de la Dirección General de Pesca Marítima del Principado de Asturias. En la región este servicio está estructurado en cuatro equipos que se dividen la franja costera asturiana para realizar sus actuaciones, aunque de forma puntual por alguna circunstancia concreta pueden actuar de forma conjunta. Tienen asignadas competencias en materia de pesca profesional (desembarcos, primera venta, descanso semanal obligatorio, vedas, zonas prohibidas, etc.), pesca deportiva (costa, submarina y de embarcación), marisqueo, comercialización, transporte, recolección de algas, pesca de angula y acuicultura. Concretamente el equipo que se encarga del área oriental está formado por cuatro personas: el jefe de equipo, José Ramón Gutiérrez, y tres agentes, Luis Miguel Sánchez, Javier Roza y Carmen Sara García, ésta última trabaja seis meses, de abril a octubre. Su zona de actuación comprende desde la frontera con Cantabria hasta el Cabo de Lastres, en Luces.

-¿Qué tipo de actuaciones son las más habituales?

-Nuestro trabajo viene determinado por la época. En invierno lo más habitual es el control de la angula, las algas y el percebe, molusco que tenemos que vigilar todo el año ya que esté en veda o no, los furtivos no respetan fechas. También controlamos la pesca deportiva, la pesca profesional, inspecciones de transporte, pescaderías y hostelería..

Se hacen programaciones semanales en las que se determina la zona, el horario y las actividades a controlar,  aquí la climatología es determinante, por lo que podemos tener programado controlar buceadores y la mar no ser apropiada para ello, con lo que nos vemos obligados a modificar las actuaciones sobre la marcha, también puedes estar controlando percebes y encontrarte con un barco que está trabajando en una zona prohibida. El control de todas estas actividades se realiza a cualquier hora, así la vigilancia de la pesca de angula se realiza en horas nocturnas y, mientras que otras actuaciones pueden realizarse en horario diurno o a altas horas de la madrugada.

-¿Y el tema del furtivismo?

– Un porcentaje bastante elevado de las infracciones son cometidas por personas que se trasladan desde Cantabria para realizar aquí la actividad pesquera y entre ellos “furtivos” que se dedican principalmente a la captura de percebes y en la época de  primavera de centollos mediante buceo. Hasta no hace mucho, actuaban en nuestra zona e incluso utilizaban embarcaciones deportivas que salían de San Vicente de la Barquera u otras zonas próximas de Cantabria y teníamos que ir tras ellos. Actualmente y con la mejora de las comunicaciones por carretera, están trasladando la actividad al occidente de Asturias, dedicándose casi exclusivamente al furtivismo del percebe, ya que en la zona occidental hay más abundancia y son de mayor tamaño y mejor calidad.

-¿Se realizan persecuciones con frecuencia?

-Actualmente en escasas ocasiones; ya que el hecho de utilizar embarcaciones y equipos para la comisión de la infracción, que tienen un alto valor económico, implica el decomiso de los mismos en caso de ser denunciados, riesgo este que en su gran mayoría no están dispuestos a asumir. Otra dificultad importante para la realización de nuestro trabajo es la mejora de las telecomunicaciones, antes los únicos que estábamos comunicados éramos nosotros, con equipos de tierra y mar con walkies. Desde que hay móvil estamos controlados. Es más difícil sorprender, ya que los grupos de furtivos más especializados, tienen a personas que pueden ir controlando nuestros movimientos e informando a los furtivos de nuestra presencia.

-¿Alguna actuación reseñable?

-Cuando empezamos a hacer inspecciones por carretera, encontrábamos camiones que venían con una partida entera de pescado sin documentar, hablamos de hace ocho o diez años. Toda esa mercancía se decomisaba y se entregaba al Banco de Alimentos.

-¿A qué otras infracciones se hace frente en su zona?

-Controlamos a los pescadores para que respeten cupos y vedas. Dentro de poco comenzamos con la xarda, la cuota asturiana para esta especie es muy baja, y controlamos las descargas por los puertos,  para evitar que Europa nos ponga más  las multas por exceder de la cuota de captura asignada para esta especie.

-¿Cómo trabajan en verano?

-El verano es más complicado, el simplemente hecho de moverte es más dificultoso. En invierno, generalmente el que está en la costa es para realizar actividades relacionadas con el mar. En verano hay mucho turista, caminantes, mochileros… coches por todas partes y es más difícil discriminar entre turistas y pescadores.

-¿Con qué equipo de embarcaciones cuentan?

-Tenemos una embarcación en Ribadesella y otras neumáticas semi-rígidas en Gijón y Luarca. Contamos con otra embarcación más grande, la Nueva Asturias, que esta asignada al Centro de Experimentación Pesquera. Antes de la crisis estuvimos a punto de adquirir una con presupuesto ya aprobado y no se pudo. Ahora está en trámite para construirse, también  se valoró comprar una embarcación a la Consejería de Pesca de la  Comunidad Autónoma  de Cantabria, que ellos no utilizan, pero no se llegó a un acuerdo en el precio.