Albino Laruelo García, Don Albino, es el sacerdote de cuatro parroquias de la zona rural de Gijón (Abadía de Cenero, San Félix de Porceyo, San Andrés de la Pedrera y La Magdalena de Ruedes). Hombre afable, comparte el servicio a sus feligreses con su gran afición a la ganadería, ya que cuenta en la finca rectoral con un cebadero de terneros. “Disfruto con el cebadero, me operé de las dos caderas y aunque quise dejarlo, una sobrina se encarga del cuidado, y yo me ocupo de la parte técnica” afirma.

-¿Saderdote y ganadero? ¿Cuándo nace su afición?

-Nací en Vega de Pozas (Siero) donde teníamos ganadería y siempre me gustó.             Estuve de cura en Tineo de 1969 a 1975, concretamente en Fastias, Calleras, San Fructuoso y Miño. Organicé un ciclo de charlas en las que analizábamos pasado, presente y futuro de la ganadería de la zona. Fue muy interesante, se planteó sobretodo que había que empezar a parcelar, a sacar el ganado de las cuadras, a hacer estabulaciones… y esa charla la dio Paco, el que fue alcalde de Tineo, feligrés mío, que acababa de terminar la carrera de perito agrícola. En aquella época no compraban buen ganado, y yo como soy poleso con muy buenos amigos tratantes, fui orientándolos para adquirir buen ganado y con buena genética.

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-¿Y cuando le destinaron a Cenero?

-Llegué a Cenero en el año 78. La casa rectoral contaba con una finca que estaba desatendida y me pareció buena solución tener dos ‘xatinos’. De ahí partí hasta conseguir lo que tengo hoy, un cebadero en el que siempre tengo entre 40 y 60 terneros. Las vacas para mí eran incompatibles, ya que la ganadería es mi segunda actividad y no tendría tiempo a atenderlas. Cuando decidí comprar los dos primeros terneros fui a ver a mi amigo Faustino ‘El Rabicu’ a Cove, que era tratante. Me gustaron los terneros que tenía y le quise comprar dos para la finca. En vez de dos, me trajo seis, y yo no tenía dinero ni para pagar dos. Me dijo que podría pagárselos cuando los sacrificase y así me dio la oportunidad de invertir solo en pienso. Mis terneros son de la raza Asturiana de los Valles doble grupa, estoy en el compromiso Ternera Asturiana Calidad Controlada.

-¿Cómo ha evolucionado el sector en estos años?

-El coste inicial del ternero es casi igual ahora que hace 30 años, pero bajaron en la venta. Si te lo pagaban a 1.000 pesetas de aquella, ahora al equivalente a 800 pesetas. La conclusión es que en vez de tener 20 terneros tienes que tener 50 para ganar lo mismo, inviertes y trabajas más para ganar lo mismo. Es así el mercado.

-¿Qué es lo que más le gusta de la ganadería?

-Es algo que me gusta, disfruto viendo los terneros, vas aprendiendo día a día sobre todo en el manejo. Es importantísimo saber cómo transforman, qué media de consumo tienen, cómo tienen que estar manejados… todo eso se traduce en kilos de carne y en calidad de carne.

-¿Qué media de kilos tienen sus terneros?

-Cuando los sacrifico actualmente tengo una media muy alta, casi 400 kilos, y los tengo aquí entre siete y nueve meses. Lo primero que hay que asegurar es la comercialización. Yo trabajo con Hicor, que me los sacrifica todos en el matadero municipal, los llevan para la sala de despiece y los distribuyen, tienen dos carnicerías y venden para otras superficies. Es fundamental para un negocio de este tipo.

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-¿Cómo está ahora mismo el sector?

-Está muy delicado, el pienso subió. Cuando yo empecé se pagaba el kilo a 22 pesetas y ahora está a 49-50 pesetas, hay diferencia, menos valor en el kilo de carne y el precio del pienso más caro. Los que tuvimos la suerte de acogernos a la PAC, tenemos unas buenas subvenciones que compensan.

-¿Qué recomendaciones da a los ganaderos?

-Me gusta el método tradicional de alimentación de los animales. Hay invertir en genética y sanidad. Los animales deben estar al aire libre, es más sano. La base de un cebadero para que sea rentable está en cuatro pilares según mi criterio: genética, sanidad, manejo y pienso. Yo cuando me llega un ternero hago tres cosas: saneo, vacuno y medico. Algún veterinario me preguntó por qué medico si vacuné, pero la vacuna tarda 20 días en ser efectiva, y hago una medicación con efecto en ese tiempo para evitar riesgos. Después el ternero tiene que estar cómodo, con animales de parecida edad para que no abusen unos de otros y si el ternero está limpio, cómodo y tranquilo, al final son kilos de buena carne.