La consejera de Desarrollo Rural y Recursos Naturales, María Jesús Álvarez, tachó de “insuficiente” para la flota asturiana la negociación de las cuotas de pesca que ha llevado a cabo el   Ministerio de Agricultura y Pesca en la reciente reunión del Consejo de Ministros de la Unión Europea. En esta sesión de trabajo se decidieron  las posibilidades de pesca en 2017: los Totales Admisibles de Capturas (TACs) y las cuotas que corresponden a cada país.

Álvarez mantuvo un encuentro con el presidente de la Federación de Cofradías del Principado de Asturias, Dimas Álvarez, a la que ha asistió también el director general de Pesca, Alberto Vizcaíno, para analizar los resultados de la reunión, que ponen sobre la mesa una propuesta de descenso del 1,5 % en la merluza, del 23% en el chicharro y del 15% en el gallo. En opinión de la consejera, la negociación “no puede considerarse un éxito desde ningún punto de vista y la flota asturiana sigue viendo su futuro con preocupación”.

Álvarez añadió que a Asturias le queda el “consuelo” del incremento en la cuota del rape, especie sobre la que actúan muy pocas unidades de la flota asturiana, el mantenimiento de la anchoa y el crecimiento de la caballa. Esto quiere decir, según ha subrayado, que los pescadores asturianos “podrán pescar un 14 % más sobre el exiguo cupo que nos ha correspondido en el reparto, mientras que esta arbitraria distribución de las cuotas que ha hecho el ministerio para la flota del  Cantábrico y Noroeste incrementa la desproporción entre lo sí pueden pescar los vascos y los cántabras y lo que no podemos pescar los asturianos”.

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“Ahora nos queda pedirle al Ministerio de Agricultura y Pesca agilidad en el control de los consumos de cuotas a lo largo próximo año,  comunicaciones a tiempo que permitan a las flotas tomar decisiones (parar, reducir capturas, adelantar cuota del año siguiente…) y un más eficaz reparto de los cupos sobrantes entre sectores que los necesitan”, señaló la titular de Desarrollo Rural.

En su opinión, se ha repetido, un año más, la “liturgia” que rodea al Consejo de Ministros de Pesca de la UE en esta negociación. “Si en años anteriores, esa liturgia incluía la incertidumbre del sector frente a las propuestas, generalmente restrictivas, de los científicos del ICES (Consejo Internacional para la Exploración del Mar) y su aceptación o no por los estados miembros, este año tenía el agravante de que las propuestas de la comisión rebajaban, para muchas especies, las formuladas por ese organismo, añadió.

La consejera ha lamentó esa  táctica de negociación, “que empieza a parecer bastante inocente y poco original por repetida, ya que se asusta  exageradamente con la propuesta inicial, para, con una ligera rebaja del recorte, dejar al sector satisfecho con los resultados porque podía haber sido peor”.

“Para el sector pesquero asturiano, los espantajos que se utilizaron en esta ocasión para generar el miedo fueron la merluza, con una propuesta de reducción del 36% en el stock Sur, sobre el que pesca la flota de bajura; el chicharro, fundamental para la flota de cerco, con una propuesta inicial de reducción del 45%, y el gallo, especie objetivo del arrastre, sobre el que se cernía una reducción del 25%.”, explicó Álvarez.