César García, presidente de ASINCAR

El Centro Tecnológico Agroalimentario ASINCAR inauguró el pasado 29 de noviembre las obras de ampliación y reforma de su sede en Noreña. Su presidente, César García, ya asistió a aquellas primeras reuniones anteriores incluso al acta fundacional de la asociación hace más de 40 años. Con el tiempo pasó a formar parte de la junta directiva y desde hace siete años preside ASINCAR y nos narra la evolución del mundo cárnico y agroalimentario en la región hasta nuestros días.

-¿Cuándo y con qué objetivos nació ASINCAR?

-ASINCAR nació para defender los intereses de la industria cárnica asturiana hace 40 años. En aquel momento había problemas comunes a resolver (impuestos, etiquetado…). El objetivo con el paso de los años es el mismo, pero ASINCAR suma dos perfiles adicionales, como clúster agroalimentario excelente y como centro tecnológico agroalimentario. Como clúster trata los problemas generales que afectan al conjunto de los socios, como promover el fomento de la exportación y actividades de tipo formativo, así como la participación con otros clúster en proyectos de innovación. Como centro tecnológico agroalimentario elaboramos proyectos a medida para cada empresa como  mejorar producción, lanzar nuevos productos o mejorar envasado por ejemplo y tramitamos todo tipo de ayudas ligadas a proyectos de investigación. Además intentamos, dado que los gustos del mercado están cambiando, apoyar proyectos que mejoran el perfil más saludable de los productos, con menos grasa, menos sal, sin gluten… son productos que se venden mejor y tienen un valor añadido.

-¿Cómo se encuentra el sector en la actualidad?

-Ha pasado la crisis, estamos atravesando un periodo en el que los precios de las carnes están estabilizados, y unido a que la gente cada vez demanda productos de más calidad el sector está en un buen momento. Otro punto que favorece al sector son las Denominaciones de Origen Protegida (DOP) y las Identificaciones Geográficas Protegidas (IGPS). Nosotros registramos las marcas chorizo asturiano, morcilla asturiana y compango asturiano, que entrarán como marca de garantía en la marca Alimentos del Paraíso. Esto favorece al sector en Asturias. Hicimos una campaña de promoción en las grandes superficies para que conociesen a los 26 fabricantes que venden con garantías.

-Háblenos de la ampliación de sus instalaciones.

-Era una necesidad, llevábamos años pidiéndolo. El edificio en el que está asentado el Centro Tecnológico Agroalimentario ASINCAR es propiedad del Ayuntamiento de Noreña. La reforma y ampliación del edificio, ha sido financiada por el IDEPA (400.000 €) y por la Consejería de Desarrollo Rural y Recursos Naturales (300.000 €) y ha consistido en la ampliación para un futuro laboratorio de Biotecnología de 300 m2, reforma y ampliación de planta piloto de 600 m2 y reforma de la fachada exterior. Con esta ampliación, el personal de ASINCAR, integrado por 25 empleados (en su mayor parte doctores, graduados y titulados superiores del ámbito de la química, bioquímica, biología, veterinaria y ciencia y tecnología de los alimentos) podrá desarrollar su actividad formativa, tecnológica y de innovación en el sector agroalimentario en mejores condiciones y con más espacio.

-Apuestan por la formación ¿necesita Asturias carniceros?

-Asturias no solo necesita carniceros, necesita operarios de base para la industria cárnica, la gente se va jubilando y no hay gente joven para dar el relevo. Aquí ofrecemos formación y se aprende no sólo carnicería, sino todas las labores de una industria cárnica, no solo operarios de base, se hacen cursos para todos los niveles.

-¿Algo pendiente en Asturias?

-Increíblemente en Asturias no hay granjas de cerdos, no se crían cerdos y por eso tampoco se matan. Aquí se traen de Lérida, Zaragoza o Burgos. Una granja por sí sola no vive, tiene que estar integrada en una cadena desde granjas de madres, lechones, venta de pienso… hasta el matadero. En Galicia Coren de forma cooperativa lo hace muy bien.