Jesús Kocina, propietario de Hípica de Porceyo y presidente del CHAS

Jesús Kocina, empresario y gran aficionado a la cría de caballos de deporte puso en marcha hace cerca de 20 años Hípica Porceyo en una finca de 100.000 metros a la que se suma su finca en Infiesto que cuatriplica en extensión a la primera y donde tiene a los potros sueltos en libertad. El complejo de Porceyo dispone de cuadras, picadero exterior, picadero cubierto, caminador, máquina de trabajo… todo lo necesario en una instalación deportiva renovada recientemente para ofrecer lo último a la alta competición. Ofrece servicios especializados y personalizados para la formación, preparación y recuperación del caballo de salto, así como para la reproducción y cría. Su última apuesta, la transferencia de embriones.

-¿Cuándo y cómo nace Hípica de Porceyo?

-A finales de los años 90. Era una finca de mi padre en la que había una ganadería de vacas de leche de los años 40, con más de 150 vacas, él fue un ganadero importante y propietario de Lagisa. Cuando falleció reestructuré la finca, yo era ya aficionado al mundo del caballo, montaba y me asesoró gente del sector. Hice una remodelación importante de todas las instalaciones para dedicarme a la cría del caballo de deporte, más en concreto de salto.

-¿Cómo fueron los comienzos?

-Empecé contratando un buen jinete para ir preparando caballos, fue Miguel Álvarez-Buylla, y empezamos a criar a la vez que a competir. Fuimos evolucionando y ahora somos una ganadería reconocida en el sector de los caballos de salto.

-Además, ¿tienen aquí alojados caballos de competición de otras yeguadas?

-Sí, en estas instalaciones somos tres, además de mis caballos están los de Julio Álvarez Moya, que tiene aquí 14 caballos, y Gerardo Menéndez de Ganadería Carbajosa que tiene aquí también sus caballos. En total podemos tener entre 40 y 50 caballos, míos 15, ya que los potros que se crían están en la finca de Infiesto donde están desde que cumplen el año hasta los cuatro años, que entran en esta finca de Gijón para prepararse para montar. Crío entre tres y cinco potros al año, procuro seleccionar mucho, y hemos comenzado este año con la transferencia de embriones. Hay que estar siempre a la última.

-¿Cómo están llevando el tema de la transferencia de embriones?

-Es reciente, contamos con la experta Elvira Riva, se ha comenzado con una yegua que quedó Campeona de Campeones en ANCADES. La ventaja es que a la yegua le sacas el embrión y sigue compitiendo, la preñez la lleva una yegua portadora. Es la primera vez que lo hacemos, es muy caro, pero vamos a probar, es la vía para que los caballos en competición no tengan que dejar de competir.

-¿Cuáles han sido los caballos estrella de la yeguada?

-El mejor caballo de deporte español criado en España es uno criado aquí y que ahora está en Estados Unidos, compitió en la Copa del Mundo. Es un referente, la Dobra de Porceyo, una yegua que ha ganado grandes premios. Todos los caballos buenos que he vendido han ido para fuera de España. El caballo de deporte de cierto nivel, lo normal es que se venda fuera.

-¿Cuánto personal trabaja aquí?

-Siempre contamos con cuatro o cinco personas trabajando, luego está el personal de los otros dos inquilinos.

-¿Cómo es la alimentación de los caballos?

-Fuera están pocos caballos, los que se crían, el resto están estabulados. Consumen piensos especializados, no me meto en cual, los jinetes son los que deciden, y mucho forraje.

-¿Qué hacen con el estiércol de tantos caballos?

-Es una de las mayores problemáticas que tenemos en estos momentos, se recoge en un lugar especial y hay que llevarlo a Cogersa, tiene un coste desmesurado y lo considero un fallo de la Administración. No puede ser que nos gastamos miles de euros en tirarlo y es abono, habría que poner una solución, la viruta y la paja no puede tirarse en el prado. Habrá que buscar soluciones.

-¿Cuál es el secreto del éxito de una yeguada?

-Esto es un tema romántico, es un hobby. Algunos ilusos como yo pretendemos que pueda ser una actividad como otra cualquiera. En España no existe la misma afición que en otros países europeos donde la hípica es un deporte popular y aquí es elitista. La clase media ahora no tiene acceso. Para sacar rentabilidad en la venta de los caballos que crías tienes que estar muy arriba y es complicado. El caballo medio aquí no tiene salida y el caballo bueno se vende fuera. Si un caballo destaca, automáticamente te lo vienen a comprar.

-¿Se fomenta suficientemente la afición ecuestre?

-La crisis ha pegado un palo tremendo, los clubs hípicos pasan una situación difícil, y se recuperará según la actividad económica del país. El caballo propio tiene un costo y los

500 euros al mes son una renta, a la clase media le cuesta, estamos confiando en remontar y converger con Europa, esperamos lograrlo.

-¿Cómo valora a Asturias en el ranking nacional de caballo de deporte?

-En la final de caballos jóvenes de ANCADES un 80% de los éxitos son para ganaderías asturianas. Las Mestas marcó Asturias. En el equipo nacional de salto, de los cinco componentes tres son asturianos, es la única disciplina en la que Asturias, con la población que tiene, es de las primeras de España, estamos en primera línea. Aquí esto no es valorado. Solo hay un concurso de saltos oficial por país, y el de España es en Gijón desde hace 30 años, Asturias está en cabeza, lo que nos ha hecho meternos a muchos en este mundo. En España somos un referente, en el caballo de deporte de salto sobretodo.