Con 36 años, Antonio González Rodríguez, conocido como Toñín, es un joven ganadero que lleva al frente de la Ganadería El Ferreiro desde los 15 años. Con 277 animales de raza frisona, apuesta por la genética con una producción media de “39 litros y pico” por vaca diarios. Cuenta con un sistema de ordeño canadiense, con vacas atadas y ordeño por raíles. Tiene muy claro que para obtener una leche de calidad y rentabilidad en la empresa, es necesario hacer una “agricultura de calidad” para que los animales se alimenten durante todo el año de forraje propio ahorrando costes de compra. En su ganadería solo se compra el concentrado y varios años recibido premios a la explotación con mejor producción en el ámbito regional.

-¿Cómo fueron los comienzos de la Ganadería El Ferreiro?

-Mis abuelos vinieron de Cangas del Narcea con 60 años y compraron la casa y la finca. Mis padres que vivían en Madrid se separan, y mi hermano con siete años y yo con tres, nos vinimos con mi madre a casa de los abuelos. Mi abuelo, que venía de otros sectores,  comenzó la ganadería con cinco vacas cruzadas. Cuando yo tenía 15 años, él tuvo que ir a Madrid por una operación y me tuve que hacer cargo de la ganadería junto a mi madre. Nuestra evolución ha sido muy grande, el tiempo ha pasado y actualmente trabajamos en la ganadería cuatro personas, mi mujer Diana y yo, más dos empleados. Nuestra ganadería no tiene solera, cuando empezamos no teníamos nada, la evolución la vivimos mi madre y yo, ya no les tocó a mis abuelos. Realmente yo desde pequeño ya ordeñaba y ayudaba en todos los trabajos.

-¿Cuántos animales tiene? ¿Qué sistema de alimentación utiliza?

-Ahora mismo tenemos 277 animales de raza frisona y en ordeño 126, el resto son de recría y vacas secas. Con respecto a la alimentación, contamos con carro mezclador propio y la ración está elaborada por forraje de agricultura propia en un porcentaje altísimo, ya que hacemos silo de maíz, silo de raigrás y hierba seca. Realmente solo compramos el concentrado. La ración que elaboramos está  en 0,8 de hierba seca, 32 de maíz, 12 de silo de hierba y unos 12,3 de concentrado.

-¿Cuál es su producción?

-Tenemos una producción de 39 litros y pico por vaca y día, que son más de 12.600 litros/vaca anuales con los que cerramos 2016. Varios años hemos recibido premios de explotación con mejor producción a nivel regional. Entregamos la leche a la Central Lechera, y el pienso se compra a ASA y algo de las novillas a Agropres.

-¿De qué terreno dispone? ¿Y maquinaria?

-Ahora mismo tenemos sobre 74 hectáreas solicitadas en la PAC, 18 en propiedad y el resto arrendado. Tenemos todo tipo de maquinaria salvo la de picar el maíz para ensilado que lo contratamos. Tenemos dos tractores y posiblemente compremos otro porque lo necesitamos, tenemos además toda la maquinaria necesaria para la preparación de tierras y forrajes.

-¿Cómo ha sido la evolución de la ganadería?

-Cuando empecé en el año 96 arrancamos con 20 vacas en ordeño y en aquellos momentos en casa se sembraban más de dos hectáreas de fabas, que se vendían muy bien para Madrid, y gracias a la ayuda de esos ingresos, también potenciamos la ganadería. En el 2005 hice la primera nave para 76 vacas, y en cuanto la amorticé hice otras dos naves en 2015, compramos más terreno y seguimos tirando para adelante.

-¿Cómo les afectó la crisis?

-Somos socios de Central Lechera Asturiana desde 2010, antes éramos clientes de Pascual, que decidió parar las recogidas en Asturias y tuvimos que buscar una alternativa. Entramos en Central Lechera Asturiana comprando capital, que fue una inversión muy importante, porque veníamos de precios bajos y le pusimos al mal tiempo buena cara. Aunque en Central Lechera Asturiana no podemos quejarnos con respecto a otras empresas lácteas, yo creo que podría cobrarse más por la leche. No es ser crítico, la cooperativa Central Lechera está consolidada a nivel nacional, la marca es más que conocida, creo que sus ganaderos debiéramos estar todavía más diferenciados, es mi opinión personal.

-¿Qué sistema de ordeño utilizan?

-Se trata de un sistema canadiense, con vacas atadas y el ordeño colgado por raíles, necesitamos más mano de obra, pero no es problema porque también nos hace falta para hacer otros trabajos. Teníamos estabulación libre en las instalaciones antiguas que mi abuelo hizo cuando empezó, eran patios inclinados y daban problemas, ya que las vacas buenas tenían complicaciones, nos gustan las vacas y nos gusta que duren años. Veíamos que las mejores vacas del mundo estaban en Canadá y quisimos copiar sus sistemas, y en un viaje que nos surgió a Canadá vimos este tipo de instalación y me gustó mucho, sobre todo por el control de las patas y las mamitis de los animales, y en aquel momento optamos por este sistema. Todo tiene sus ventajas e inconvenientes.

-¿Recrían? ¿Apuestan por la genética?

-Sí, recriamos todo y por supuesto apostamos por la genética, contamos con la mejor leche del mercado y utilizamos semen de toros americanos en un 95%. Lo que no hacemos son embriones, pero nos ocupamos mucho de la genética. Nos gusta trabajar con animales correctos, saludables, con buenas patas y ubre, el animal será más rentable, por eso cuidamos mucho la morfología de las vacas. Tenemos varios animales excelentes y la idea es seguir por este camino, con embriones avanzas más rápido, pero hay que apostar también económicamente.

-¿Le gustan los concursos?

-Me gusta verlos, pero no me gusta mucho la convivencia entre ganaderos de concurso, me mantengo al margen, hay muchos tratos de favor, y al final una campeona nacional la podemos encontrar en cualquier ganadería, de hecho algunas fueron de ganaderías que nunca concursaban. Me gustan los buenos animales como al que más, pero yo no necesito demostrar nada a nadie, los tengo por mi satisfacción personal de trabajar el día a día con buenos animales y me gustan las buenas vacas.

-Tiene 36 años, en el occidente ¿hay ganaderos jóvenes?

-En esta zona de Navia el terreno es bueno, llano, de lo mejor de Asturias y hay varios ganaderos jóvenes, aunque también siguen cerrando ganaderías de forma continuada. Este mes de atrás cerraron dos, y una la cogimos nosotros. Los que quedamos seguimos creciendo porque no te queda otra, al final lo que quieres es crecer y tener calidad de vida. Ya que hay que estar aquí 365 días, buscas tener la mejor calidad posible, para ello necesitas tener empleados, lo que requiere un cierto volumen para rentabilizar.

-¿Cómo ve el futuro del sector lácteo?

-Muy incierto, cuando tenía 15 años decían que con la reconversión los ganaderos que quedásemos íbamos a ser pocos y vivir bien, de esto pasaron 20 años y sigo esperando. Cuando me jubile igual tendré que seguir esperando. Tiramos para adelante porque a nosotros es un oficio que nos gusta y nos llena, pobre del que sea ganadero y no le guste. A mí me surgieron otras oportunidades y aposté por esto.

-Ustedes ¿trabajan todo el forraje que necesitan para el año?

-Además de hacerlo, tenemos excedente y también vendemos, nos sobra forraje y todos los años vendemos maíz y hierba porque nos sobra, es un complemento más.

-¿Es importante esta forma de trabajo? ¿El evitar el gasto de la compra de forraje?

-En Asturias no se le da importancia al tema de la agricultura y la tiene. Una ganadería de leche debe de ir acompañada de una buena agricultura, de buena calidad, para que sea eficiente. Hay un bulo que dice que en Asturias no se pueden hacer buenos ensilados, y discrepo bastante. Nosotros tenemos 1.600 bolas de esta campaña, analizadas 900 y la más mala parte de un 16% de proteína hasta casi 22 % de proteína, la calidad de la alimentación de nuestros animales es extraordinaria. En ASA siempre nos dan la enhorabuena y se puede mejorar, no hago nada fuera de lo normal. Pero la calidad de los forrajes en Asturias en general no es buena y se puede cambiar, porque repercute en la alimentación animal y en la leche, porque produces más y más barato. Además de saber cuáles son actualmente los mejores toros, un ganadero debería saber cuáles son los mejores raigrases, los que mejor calidad dan. Nosotros hacemos una hierba seca buenísima, comprobado con analíticas.

-Pero actualmente el ganadero ya dispone de asesoramiento por expertos.

-Sí, hay asesoramiento de las marcas, pero no es un asesoramiento global, hay que partir de un análisis de tierra, de cómo está el ph, si hay que encalar o no, o con qué debes de abonar, porque igual hay un desequilibrio de nutrientes. Esto aún no está generalizado, muchos ganaderos no lo hacen. Para mí es básico.

-¿Lo corroboran los números?

-En la cuenta de resultados de una ganadería hablamos de mucho dinero, si no haces un forraje que cubra la calidad, necesitas comprar más, que es un gasto y encima gastas un dinero que no llega al mínimo que tus vacas necesitan para tener un rendimiento óptimo. Si la leche baja, si es un año de malos precios, y tienes una agricultura donde apoyarte, iras sobreviviendo. Sobre todo las cooperativas deberían fomentar más el asesoramiento ganadero con cursos específicos, porque en el maíz está ya bastante superado porque es más fácil de trabajar y de obtener lo que necesitamos, pero en silo de hierba hay pocas ganaderías que tengan un análisis con más de un 17 de proteína y debiéramos de tenerlo todos.

-Continúan haciendo bolas, ¿no salen más caras?

-Nosotros este año tenemos forraje de entre 16 a 22% para las vacas de leche. Hacemos bolas, que nos salen más caras, pero nos permiten seleccionar aquellas de más calidad para las vacas de producción. Nuestras vacas de producción comen el mejor forraje que tenemos en la explotación. Al final son números y tenemos una empresa, tratamos de controlar el gasto, por ejemplo ahora tenemos un empleado que es mecánico e intentamos ahorrar los gastos de taller, intentamos economizar.